viernes, 2 de marzo de 2012

Cirugía de Naríz o Rinoplastía abierta

En la rinoplastia abierta, el cirujano plástico trabaja directamente sobre el hueso y los cartílagos de la nariz “a cielo abierto”, es decir, viendo perfectamente la zona que está operando (huesos y cartílagos de la nariz) que quedan expuestas a la vista del cirujano.

 En la cirugía abierta, el cirujano plástico desprende la piel de la estructura natural de la nariz.
Seguidamente, trabaja con limas y cinceles y con elementos de fractura (como taladros o martillos) sobre la zona ósea y los cartílagos. Una vez finalizada la operación, el cirujano coloca la piel de nuevo sobre la nariz y realiza una puntada casi invisible en la zona de la columela (la parte inferior de la nariz que une la punta de la nariz y el borde del labio,  justo en medio de las fosas nasales).  Esto hace que la pequeña cicatriz sea perceptible únicamente si alguien mira la nariz desde abajo.

La técnica de cirugía abierta permite al cirujano una visión perfecta de la anatomía nasal, lo que garantiza movimientos exactos en la intervención. La precisión en la rinoplastia es determinante para obtener uno buenos resultados en la operación nasal.

La rinoplastia que se realiza con técnica abierta cuenta con las siguientes ventajas:

    Permite adaptar injertos con mayor precisión.
    Resulta más fácil trabajar con pieles gruesas.
    Se corrigen mejor las asimetrías.
    Se sutura totalmente a la vista, lo que hace que las puntadas sean muy precisas.
    Se previenen posibles obstrucciones de la nariz.

La alternativa a la operación abierta es la cirugía cerrada, en la que el cirujando opera la nariz directamente a través de las fosas nasales.

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